el fundador: JULIAN AXAT
el jefe: MARIANO MAFFIA
el bicho: RODOLFO SECCO
el negro: GABRIEL SAGASTUME
columna de arte: ANONIMO

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viernes, 19 de agosto de 2011

INDIGNADO

Interesante la noticia, demás está decir que el lunes pasado Mariano hizo una vez más referencia a este grupo que nos ha atrapado de manera enorme, casi como ellos “Atrapamuros” quizá por nuestra vida judicial, por sensibilidad con un proyecto que no aparece de manera cotidiana, por el contrario un arduo trabajo para ofrecer a una sociedad tan prejuiciosa un tema que no es fácil introducirle…
En “Ante la ley” Kafka cuenta en pocas líneas cómo un hombre envejece hasta su muerte esperando “la ley”… y ahora Julián “El fundador” nos hace llegar algo que escribió.

El cartel anuncia: “indignado, 17 años sin justicia” dentro de una celda frente a la Casa de Gobierno se encuentra la víctima que reclama…, porque estuvo 12 años preso y mientras los Tribunales de Justicia no trataron su recurso prescribió la pena que se le había impuesto…


NUESTROS ARTISTAS DEL HAMBRE…
Llaman a la reflexión algunos aspectos.

El tiempo que Los Tribunales superiores se toman para tratar el recurso contra la condenas no firmes, realizándose -a discreción- lo que Kafka llama en una novela: “la prórroga ilimitada”: “…La prórroga ilimitada mantiene por tiempo indefinido al proceso en su primera fase...” (Franz Kafka, El Proceso, Edit. Losada. Pág. 131).
La “prórroga ilimitada” (inoficiosidad provocada) es el tiempo que el hombre de la noticia padeció en un calabozo durante doce años bajo la incertidumbre de su culpabilidad; es decir, sin poder saber si los fundamentos de tal encierro eran justos.
La elección de una jaula como protesta frente a ese padecimiento, nuevamente nos lleva a Franz Kafka en su cuento “Un artista del hambre” en el que un artista se encierra así mismo en una jaula en medio de la plaza céntrica de una ciudad. Al principio a todos los pueblerinos son atraídos por la escena, les llama la atención la presencia del artista-ayunador dentro de la jaula. Con el correr del tiempo se acostumbran, les parece un elemento más del paisaje. Sin que nadie lo mire ya, llega el momento en el que el hombre se convierte en una suerte de despojo, o animal hambriento que muere de inanición.
El cuento culmina con las siguientes palabras de un policía: “-¡Limpien aquí!... y enterraron al ayunador junto con la paja. Más en la jaula pusieron una pantera joven... y la alegría de vivir brotaba con tan fuerte ardor de sus fauces, que no les era fácil a los espectadores poder hacerle frente. Pero se sobreponían a su temor, se apretaban contra la jaula y en modo alguno querían apartarse de allí” (Franz Kafka. Relatos completos I. Buenos Aires, Losada, 1980)
Supongo que hay veces que tanta crueldad ironiza con el espectáculo de variedades. El problema, parecería ser la propia prórroga del artista del hambre cuando la gente se aburre de su presencia. Digo parecería, porque siempre habrá otros ocupando su lugar.



Julián Axat

No es casual que recuerde este grupo de estudiantes… “Atrapamuros”. En su revista Brunela cuenta que ella ya no es la de un año atrás, porque “…yo no soy la misma desde que entré en una cárcel aquél día en la Unidad n° 1 de Olmos, donde parecía que los muros grises y sucios, se me iban a caer encima y yo solo contaba apenas con mi cuerpo de 19 años, unos textos en la mochila y una incertidumbre poderosa que me hacía mover…”
Muy interesante es todo lo que describe en cuanto a lo que sintió para tratar de incorporarse a los internos…
En fin, mucho para contar de sus experiencias, sin embargo a raíz de la noticia y de lo que escribió Julián, el grupo en una parte de su Editorial dice “las cárceles siguen repletas de gente olvidada, de personas juzgadas por una justicia hipócrita, pero nosotros nos negamos a olvidar y tratamos de entender a quienes fueron juzgados sin ser escuchados. Todavía se construyen paredes para tapar voces, así que seguimos abriendo candados para dar salida a esas voces oprimidas…”
Walter espera “Ante la ley” y Atrapamuros conocerá en caso más de injusta justicia…

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