Nota publicada en El País de España el 29 de diciembre de 2013
Serrat y su misteriosa ‘Montonera’
Joan Manuel ha enterrado una bellísima
canción dedicada, se cree, a Marie Anne Erize Tisseau
Es un buen día cuando encuentras un nuevo número de Viernes peronistas. Y también, un día perdido: imposible
resistirse a sumergirse en sus páginas (aunque técnicamente un fanzine, tiene
dimensiones de libro). Esta publicación, concebida en Madrid, estudia el
peronismo clásico como si fuera un fenómeno pop.
Y siempre contiene sorpresas. En el número 3, aparece un apartado dedicado
a la discografía justicialista. Descubro que sí , que hubo una edición oficial
de la canción maldita de Joan Manuel Serrat:
en 1978, el Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero, residente en
México, publicó un flexidisco asombroso, para su difusión
clandestina en Argentina.
En la cara A, diez minutos de un análisis triunfalista de lo ocurrido tras
el golpe militar, seguido de instrucciones para visibilizarse durante los
Mundiales de Fútbol; en vísperas del aniquilamiento de la resistencia armada,
la voz de Juan Gelman parece venir de un universo paralelo. Se incluyen
direcciones y teléfonos de la organización en el extranjero y, más alucinante
aún, el organigrama de la cúpula del movimiento guerrillero, con todos sus
responsables.
Al dorso, La montonera, una bellísima loa
serratiana: “Con esas manos de quererte tanto / pintabas en las paredes ‘Lucha
y vuelve’ / manchando de esperanzas y de cantos/ las veredas de aquel 69”. Lo
extraordinario, para tratarse de un disco producido por Montoneros, reside que
Serrat manifestaba escepticismo ante la mitificación de Perón: “Cayéndose y
volviéndose a levantar, la montonera / que buen vasallo sería / si buen señor
tuviera”.
Se cree que la musa era Marie Anne Erize Tisseau. Nacida en Argentina de
padres franceses, fue modelo: desfiló, ocupó portadas de revistas y conoció la dolce vita de la farándula porteña. A continuación,
se convirtió en militante de base en Montoneros, haciendo trabajo social entre
los más desfavorecidos.
Hacia 1969, Marie Anne viajó a Europa. Aquí conoció a Serrat y Moustaki;
también tuvo una relación breve con Paco de Lucía. Demostró audacia: al
encontrarse sin dinero, ejerció de contrabandista de arte, exportando varios
cuadros valiosos. Todo se cuenta en un libro del periodista Philippe Broussard, La desaparecida de San Juan.Efectivamente, Marie Anne fue chupada en plena calle, a la luz del día. El militar a cargo
de su secuestro, Jorge Olivera, supuestamente alardeó de haberla violado antes
de que fuera asesinada. El miserable fue condenado a cadena perpetua pero
escapó hace unos meses.
Lo que resulta intrigante es que Joan Manuel haya impedido la difusión del
tema, que nunca ha registrado de forma profesional. Se incluye en el documental Cazadores de la utopía (1995), de David Blaustein. A partir de un
casete de Serrat en directo, Litto Nebbia añadió un elegante arreglo. Según
Nebbia, con la banda sonora fabricada, Serrat prohibió la edición de su
canción: la tirada fue destruida.
Hay una historia detrás,
supongo. La historia de la relación de Serrat con la izquierda revolucionaria
argentina. Son misterios que seguramente se evaporaran: para bien o para mal,
Serrat está en el cielo de las hagiografías. Aquí y en la Argentina. Urge
entender la inmensa popularidad de Joan Manuel en aquel país. En los tres tomos
de La voluntad, la crónica panorámica de
la insurgencia, se reitera el nombre de Serrat. En un momento, antes del golpe,
aparece donando “una buena suma” a familiares de presos políticos. Más
adelante, en una prisión secreta, se usa su música para tapar los gritos de una
torturada: horroriza saber que Serrat también gustaba a algunos milicos.
http://www.youtube.com/watch?v=_P_paNvMubY
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